domingo, 24 de febrero de 2019

Lo que había detrás de la última correría de Gerónimo


(Tuve problemas con el acceso a mi cuenta, y hasta ahorita las resolví)

Me he puesto a pensar últimamente qué sería lo que llevó al apache Gerónimo a escoger la sierra del  Pinito, en particular los Picachos de Santa Bárbara como su  escondite. Para quien conozca el lugar, sabrá que aún hoy es extremadamente agreste y de difícil acceso; esa ubicación me dice que, al menos en esta última correría, los apaches se daban cuenta de que sus días en libertad estaban contados. Hagamos memoria:

La situación se remontaba a la época de la Colonia con las depredaciones apaches. De allí, el tratado de Guadalupe Hidalgo, por el que México perdía gran parte de su territorio, en su artículo XII, decía que

"Los Estados Unidos se comprometen a controlar a las tribus indígenas en su territorio e impedir su paso a México; a no comprar o canjear prisioneros, artículos, ni ganado robados en México, ni a venderles o suministrarles armas de fuego o municiones; y a rescatar y repatriar a los prisioneros de los indios que tengan la nacionalidad mexicana,"

había, en la práctica, resultado ser una carga demasiado pesada para la nación vecina.

La razón era que las depredaciones apaches, originadas por indígenas que residían en el territorio estadounidense,  empeoraron e hicieron extremadamente difícil la vida para los mexicanos, como lo reconoció el Gobernador Pesqueira en un informe: 

"Si se examinan las causas de la despoblación gradual que tanto influye en la decadencia del país, se hallará que la emigración dio principio con el descubrimiento de oro de la Alta California, y que posteriormente la ha motivado el incentivo de ocupaciones más lucrativas, unidas a la seguridad personal que contra los peligros de la guerra de los salvajes ofrece a los emigrantes el territorio limítrofe de Arizona"

Al Tratado de Guadalupe, le siguió el Tratado de la Mesilla, de 1854, por el que se abrogaba esa condición. Sin embargo, surgieron ahora nuevos actores en esa fuente de disputa: los ferrocarriles, los mineros y demás inversionistas  extranjeros que vieron ahora amenazados sus intereses. Esa fue la verdadera intención detrás de la abrogación del Artículo XI del Tratado de Guadalupe-Hidalgo.

Aunado a lo anterior, el 21 de enero de 1858 Benito Juárez se había convertido en Presidente de México; mientras, en su mensaje anual al Congreso el 6 de diciembre de 1858, el presidente Buchanan manifestó su preocupación por el estado de "violencia y anarquía" que prevalecía en México y por las depredaciones de indios hostiles que recorrían impunemente el noroeste de México y el suroeste de los Estados Unidos. De esta manera, el asunto de las depredaciones apaches en la región fronteriza, se convertía en una prioridad mexicana también, ya que podía ser esgrimido como bandera de las intenciones estadounidenses para adquirir más territorio del Noroeste de México..

La consecuencia fueron algunos convenios entre ambos países, permitiendo la entrada de tropas de una nación en la otra, para castigar las depredaciones indígenas cometidas, y al vigente en 1886 me referiré en este artículo.

domingo, 17 de febrero de 2019

El Cabo Scott y Gerónimo

Recientemente había sido firmado un acuerdo entre las dos naciones, el que permitía la entrada de soldados de una en persecusión de bandidos a otra, y por eso es que se realizó este encuentro. La prensa mexicana trató también el enfrentamiento entre los apaches de Gerónimo, al sureste de Nogales, y un grupo de soldados estadounidenses, el 3 de mayo de 1886. Esta es la descripción, muy adecuada, del lugar:


“…en una elevada meseta plana y circular, que constituye la cumbre de un elevado monte, eminencia de aspecto basáltico, cortada a tajo por todos lados y que da por uno de ellos a un pequeño desfiladero y por otro a una especie de cañada en forma de “V” que atraviesa la pared vertical, dando acceso a la meseta plana y cubierta de yerba…”

El boletín oficial del Estado describía a los Picachos de Santa Bárbara, situados al sureste de Nogales, pertenecientes a la Sierra del Pinito, que domina la región y que puede ser visto desde kilómetros a la redonda. En nuestros días, lo agreste del lugar, da una idea de cómo pudo haber sido ese enfrentamiento en aquella época.


Los apaches se habían apoderado de la parte más alta del pico, desde donde emboscaron a los soldados de color que iban en su persecución, siguiendo el angosto desfiladero que hay en el lado Sur, el que comunica a Cíbuta con San Lázaro, y que desde entonces se llama cañón de los negros. En ese lugar empezó el encuentro alrededor de las 3 PM. 

En el primer intercambio de disparos, el soldado Joseph Hollis fue muerto mientras que el Cabo Edward Scott fue herido y quedó tirado, expuesto a los disparos, por lo que el Cap. Powhatan Clarke se abalanzó y, arrastrándolo, lo puso a salvo.  

Scott era sobreviviente de la batalla de Hierba Grasosa, o Little Big Horn, en la que, diez años antes, el Teniente Coronel George Custer había perdido la vida frente a varios miles de indígenas Lakota y  Cheyenne.


Ya hemos conocido de la amistad que tenía Powhatan Clarke con el periodista Frederick Remington, que había sido contratado como corresponsal de guerra por la revista Harper´s Weekly, quien también era pintor y escultor,  y el que  realizó una pintura de este hecho, la que adornó la portada de la misma  revista, y reproduzco en esta ocasión, acto de valor por el que Clarke se hizo acreedor a la Medalla al Valor del congreso de la nación vecina. Clarke serviría también de modelo para los dibujos de Remington, como se aprecia en el dibujo adjunto.

Después, Powhatan Clarke tobajó de la sierra, y en el rancho La Arizona dejó un mapa de Sonora, que había adquirido en esta hoy ciudad, y en el que puso su firma. Esto lo sé, porque a través de los años, el Mapa pasó a formar parte de mi colección particular y, más recientemente, una fotografía del Cabo Scott, tomada poco después de los hechos que he narrado aquí, también fue encontrada por el autor de estas notas. En ella se muestra una persona de color, de un asombroso parecido a la fotografía y a la pintura de Remington.

domingo, 10 de febrero de 2019

El Pinito y Gerónimo

Art. Peck

El 27 de abril de 1886, el apache Gerónimo atacaba el rancho de Artisan Leslie Peck, al Norte de la nueva población de Nogales, Arizona; mató a su primera mujer, de nombre Petrita, al vaquero Charlie Owens y a un hijo de Peck, Andy.

En respuesta, el gobierno estadounidense envió al capitán Thomas Coverly Lebo, del grupo K del 10º de caballería, quien dirigía a un grupo de soldados de color, mejor conocidos como "Buffalo soldiers," (parece ser que su cabello ensortijado se asemeja al de este animal) el que se encontraba en Calabazas (actual Río Rico), persiguiendo a los apaches. Lebo mandaba al 1er Tte, John Bigelow, y al 2° Teniente, Powhatan H., unos 50 soldados de color  que se enfrentarían a los aproximadamente 34 apaches.

McClellan saddle
El grupo llevaba consigo las famosas monturas McClellan Modelo 1874, que a pesar de su novedad, 1859, probarían a través de los años su buen diseño, e iba armado con carabinas Springfield .45-70. Es decir, el modelo con el cañón más corto de los tres de la marca: rifle, long range y carabina.

Este modelo era una de las variantes del mecanismo de retrocarga, y se le llamaba "springfield de trampilla" por su diseño con cerrojo de bisagra, que se abría como trampilla. El cañón de las carabinas tenía una longitud de 560 mm. 


Estos rifles también fueron usados por el apache Gerónimo, al menos en esta correría. Esto lo sabemos porque Gerónimo aparece en una fotografía con esa misma arma, en esta ocasión.

Los acompañaba, como corresponsal de guerra de la revista Harper's Weekly, Frederick Remington, quien se convertiría con el paso de los años en uno de los principales grabadores, pintores, escritores y escultores estadounidenses. Su fama llegaría al grado de que una escultura en bronce suya, Bronco Buster,  adorne actualmente la oficina del presidente estadounidense.

Bronco buster
El grupo de soldados pasaban mas tiempo a pie que arriba  de sus monturas, debido a lo áspero del terreno por el que cruzaban, y  al paso entre San Lázaro y el  Arroyo alisos, al Sur de Nogales,  mismo que abrieron en la persecución de los apaches, se le dio el nombre, que aún conserva, de Paso de los Negros. El 3 de mayo se realizaba el primer enfrentamiento con los apaches alrededor de las 3 P.M. en la Sierra del Pinito, al Sureste de Nogales.

Gerónimo hizo que sus guerreros se apoderaran de las alturas de la sierra, y desde allí combatió a los soldados. Pero cedámosle la pluma al mismo Remington quien describe el encuentro armado que tuvieron los apaches con los soldados: "Querida madre… He visto a nuestra tropa solo una vez, pero fue en un lugar en el que si hubiésemos corrido hubiera resultado en una masacre. [Los apaches] nos disparaban desde 200 metros arriba de nuestras cabezas, y ningún hombre habría estado tan frío y determinado como lo estaban ellos  …  Fue necesario que le amputaran la pierna al Cabo herido ya que la bala se la despedazó. Y este hombre cabalgó después unas siete millas sin quejarse…" 

Se refería al cabo Edward Scott, quien resultó herido en una rodilla durante este enfrentamiento. El soldado Edward Scott era un sobreviviente de la batalla de Little Big Horn, que se había realizado 12 años antes y en la que había sido muerto el Tte. Coronel George Armstrong Custer frente a las fuerzas de Caballo Loco

domingo, 3 de febrero de 2019

Geronimo II

Nos quedamos, en el artículo anterior de esta serie en el momento en que Gerónimo accede rendirse ante el Gral George Crook, el 25 de marzo de 1886 en el cañón de los Embudos. Un día después, John Fly, fotógrafo de Tombstone, logra tomar varias fotos del grupo. Entre el grupo de apaches, le llama la atención y fotografía a Santiago McKinn, un niño de ascendencia Irlandesa, hijo de 10 años de edad de John McKinn y una mujer mexicana, que poco antes había sido secuestrado por los apaches, el que destaca a simple vista de entre los demás niños.

La historia de cómo se realizó este proceso en el que los niños, tanto de españoles como de indígenas, eran robados para que sirvieran en el futuro como sirvientes, apenas está siendo descubierta. Otro ejemplo de ese proceso está en el caso de la advertencia al niño José Vasconcelos, que aparece en el Tomo I de sus memorias, quien vivió en su infancia en Sásabe, ante la advertencia de sus mayores: "Si vienen los apaches y te llevan consigo, tú nada temas, vive con ellos y sírvelos, aprende su lengua y háblales de Nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros y por ellos, por todos los hombres;  a nosotros nos matarán, pero a ti te vestirán de gamuza y plumas, te darán tu caballo, te enseñarán a pelear, y un día podrás liberarte"

Los soldados intentan rescatar de la vida apache al niño Santiago McKinn, pero éste no accede prefiriendo las costumbres apaches; y no fue sino hasta ese abril, cuando iba en el tren rumbo al exilio en que fue recogido definitivamente por sus  padres en Deming, Nuevo México, y llevado al Condado Grant, en donde casó con Victoria Villanueva, teniendo familia y falleció en Tucsón, ya en la década de 1950.

Los apaches que se rendían en el Cañón de los  Embudos, fueron convencidos por un grupo de comerciantes estadounidenses de whiskey, quienes les dijeron que serían muertos por los soldados estadounidenses cuando llegaran a Arizona,  lo que hace que el grupo de apaches decidan huir nuevamente, huida que durará por varios meses y en la que matan a más de 60 individuos, antes de que decidan rendirse por última vez, aunque ahora lo harán ante el Gral. Nelson Appleton Miles, quien sustituirá al Gral. George Crook.

Resumiendo, el 3 de abril atacan cerca de Fronteras y roban unos 30 caballos y a alrededor de una docena de bueyes.  A fin de mes, matan en esa misma región a 2 hombres y tres mujeres. Después se dirigen hacia el Oeste, y el día 24 de ese mes asaltan el rancho Casita, Esa noche el Prefecto de Magdalena, Andrés Rivero, llega a Imuris por tren, con 30 hombres, lugar en donde se le une otro grupo que llega de Nogales.

Y la violencia continúa. Los apaches se dirigen hacia el Norte, cruzan la frontera, y en el rancho de Artisan Peck, situado al Norte de Nogales, Arizona, cerca de donde actualmente se encuentra la planta de tratamiento de aguas residuales de la población vecina, matan al vaquero Charlie Owens, a la esposa y a un niño de Peck, secuestrando también a una niña, de 12 años de edad, Trinidad Verdin, la que será rescatada tiempo después.  Y aquí llegamos a otro ejemplo más de los robos de infantes.

Pero no se crea que únicamente los indios robaban gente blanca, ya que en los registros parroquiales abundan los casos en que el resultado de  alguna expedición contra los nativos, aparecen registros parroquiales con largas hileras de nombres de infantes nativos que eran bautizados "por necesidad," antes que murieran. Sus padres ya habían sido muertos en esas empresas españolas. Eran expediciones hoy anónimas contra unos indios que no tenían defensa contra enfermedades que no siempre eran mortales, pero que precisamente por esa carencia de defensas se convertían en mortales enfermedades para los indios que no las tenían y para  las que los españoles sí las habían desarrollado. eso, en el caso de que no desearan sus captores entrenar a los infantes como sirvientes de toda su vida.

La educación secundaria y preparatoria que nos tocó.

La educación que nos tocó llevar en nuestra infancia y juventud fue muy buena en México, alguien la recordará: los turnos duraban todo el d...